El Acné

¿QUÉ ES EL ACNÉ Y POR QUÉ TENGO “GRANOS”?

Acné es el término que utilizan los dermatólogos para los “granos”. Se muestra en la mayoría de las personas, haciéndose más patente en la adolescencia. Una etapa crucial de la vida en que presentarse esta “enfermedad común” nos puede resultar bastante molesta. En su aparición intervienen varios factores y es consecuencia de cambios en la piel que suceden sobre todo en la pubertad, siendo falsa la creencia de que es fruto de una mala higiene.

Según nos explica el Dermatólogo y Profesor asociado de Dermatología en la Universidad de Oviedo, el Dr. Pablo Coto-Segura, nuestra piel está compuesta de varias capas. Para mantenerla hidratada el cuerpo utiliza la grasa o sebo producido las glándulas sebáceas que se encuentran en unos pocillos en las capas profundas de la piel. Los conocidos como “puntos blancos” o “puntos negros” son la obstrucción de la salida de estas glándulas sebáceas. Los “puntos negros” no están producidos por acumulación de suciedad sino por la oxidación (una reacción química que ocurre cuando el sebo contacta con el oxígeno del aire).

Las personas con acné tienen glándulas que producen más cantidad de sebo y se ocluyen con mayor facilidad produciendo el “grano”. En todo este proceso, que es muy complejo, intervienen factores hormonales, algunas bacterias como el Propionibacterium acnés e incluso la predisposición genética a padecer acné (quizá tengas antecedentes familiares de casos de acné).

La higiene diaria de la cara es una parte fundamental del cuidado de la piel. El doctor Coto insiste en que ciertos hábitos son importantes para ayudar a que el tratamiento dermatológico sea realmente eficaz:

• Lavar la cara dos veces al día, una por la mañana y otra por la tarde/noche.
• Evitar el sobre-lavado. Lavar más de dos veces al día la cara no mejorará tu acné y sin embargo puede provocar otros problemas como xerosis (sequedad) o irritación, que complicarán tu tratamiento.
• Lavar o cambiar tu almohada dos veces a la semana, especialmente si se utilizan productos para el pelo.
• Lavar bien la cara tras hacer deporte. Algunas de las vestimentas utilizadas para ciertas prácticas deportivas (cascos, hombreras,…) pueden empeorar tu acné.
• Utilizar jabones suaves, para “pieles sensibles”. Muchos de los “jabones anti-acné” contienen ácido salicílico. Es cierto que el ácido salicílico combate el acné leve actuando contra el P. Acnes y el exceso de sebo, pero puede irritar la piel. No conviene usarlo sin recomendación del dermatólogo. El “scrubbing” o “fregado” tampoco es recomendable salvo consejo médico.
• Si se utiliza maquillaje o protector solar asegurarse que es “oil-free” o no comedogénico. Muchos de estos productos empeoran el acné.
• No “explotar” los granos, ya que puede dejar cicatrices, hiperpigmentaciones o incluso causar infecciones importantes.

¿QUÉ PUEDO HACER PARA QUE MI ACNÉ MEJORE?

Algunos cambios en el estilo de vida pueden ayudar a mejorar el estado de la piel. El estrés es un factor agravante bien conocido. Así que se aconseja dormir bien y hacer algo de ejercicio.

Algunas personas refieren que su acné empeora cuando toman comidas como pizza o chocolate. Aunque no hay estudios que recomienden una dieta estricta en este sentido, se puede intentar evitarlos.

¿CÓMO USAR EL TRATAMIENTO PARA EL ACNÉ?

El acné es una patología muy frecuente pero muy variable en severidad. Su tratamiento puede ser tanto tópico como oral y normalmente son necesarios 2-3 meses de tratamiento para ver sus efectos, ya que la piel tarda un tiempo en regenerar sus capas. Es importante recordar que el objetivo de los tratamientos para el acné es que no se formen más granos, no eliminar los que ya están, comenta el dermatólogo Pablo Coto-Segura.

Para usar la medicación correctamente conviene:

• Aplicar el tratamiento sobre la piel limpia y seca.
• Después de lavar la cara, esperar 5-10 minutos antes de aplicar la medicación.
• Aplicar el tratamiento por toda la cara y no sólo en las lesiones aisladas puesto que el objetivo es la prevención.
• A veces será necesario combinar tratamientos. Si una medicación no ha funcionado por sí sola no significa que no vaya a resultar en combinación.
• Ser paciente y constante. Los tratamientos no borran los granos. Su función es prevenir y suelen tardar meses en funcionar. Intente no olvidar la medicación más de 1-2 días a la semana.
• Continuar aplicando el tratamiento aunque se note mejora.

Redacción Cavín - Centro Médico Infantil y Juvenil.

Más información: Unidad de Dermatología