El trastorno específico del lenguaje (TEL) es un trastorno del neurodesarrollo que afecta fundamentalmente a la adquisición y desarrollo del lenguaje.
CARACTERÍSTICAS
Se denomina específico porque no se dan dificultades intelectuales, sensoriales, lesiones neurológicas o trastornos motores que lo justifiquen. Aunque se define como específico suele acompañarse de problemas emocionales, sociales de comportamiento y de aprendizaje.
Tiene un carácter persistente, ya que se prolonga durante la infancia y adolescencia, afectando también a la vida adulta. Las dificultades que presentan las personas con trastorno específico del lenguaje evolucionan con el tiempo, superando unos problemas y asumiendo otros que irán surgiendo en cada etapa.
Su evolución es lenta. Requiere tiempo y una intervención intensiva para favorecer una mayor adaptación y autonomía.
TIPOS DE TRASTORNO ESPECÍFICO DEL LENGUAJE
No existe una sintomatología homogénea en las personas que tienen un trastorno del lenguaje, ya que depende de los componentes del lenguaje implicados (organización de los sonidos, vocabulario, relaciones entre conceptos, estructura de las oraciones, uso social) y la severidad de sus dificultades.
EDAD DE INICIO
Resulta difícil realizar un diagnóstico de TEL en edades tempranas, siendo complicada su confirmación antes de los cuatro años.
Aun así podemos identificar una serie de signos de alerta. Todos los niños con TEL presentan una aparición tardía del lenguaje expresivo y sus primeras palabras pueden surgir en torno a los dos años y medio o tres. Su evolución es lenta y sus dificultades suelen afectar tanto la comprensión como la expresión.
Por otro lado, una característica que suelen compartir las personas con trastorno específico del lenguaje es la presencia de estancamientos en la evolución y patrones que no se manifiestan en la evolución normativa.
DIAGNÓSTICO
Para diagnosticar un TEL es necesaria la realización de una historia clínica con los padres, en la que se recogen aspectos generales de su desarrollo e información de los ámbitos en los que se desenvuelve el niño. Posteriormente se debe realizar una evaluación del rendimiento cognitivo global mediante pruebas estandarizadas y, dependiendo de la edad, también se explorarán aspectos relativos a los aprendizajes escolares. Finalmente se debe realizar una valoración exhaustiva de la comunicación y el lenguaje,
teniendo en cuenta la comprensión, expresión y cada uno de sus componentes (pragmática, semántica, morfología, sintaxis y fonología).
TRATAMIENTO. ¿CUÁNDO COMENZAR?
Dado la gravedad y las implicaciones del TEL es recomendable comenzar a recibir tratamiento de logopedia desde el momento en el que se detectan síntomas de riesgo en la adquisición del lenguaje, ya que la respuesta al tratamiento y la evolución son las que ayudarán a confirmar el diagnóstico.
Además de tratarse de una intervención lo más temprana posible es recomendable que ésta se ajuste a cada etapa evolutiva, teniendo en cuenta las necesidades y retos que se plantean a lo largo del crecimiento.
Otro aspecto a tener en cuenta son los ámbitos de desarrollo del tratamiento. Es necesario aportar información y estrategias en el entorno familiar y escolar, además de la intervención directa con el niño, para favorecer su adaptación emocional, social y el desarrollo de sus potencialidades.
Redacción Cavín - Centro Médico Infantil y Juvenil.
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