Cuando los niños empiezan a decir palabras cometen errores en la pronunciación que se van solucionando de forma evolutiva. Así pueden omitir sonidos, sustituirlos por otros o realizar cambios de orden en las primeras etapas de su desarrollo hasta llegar a su producción correcta. Estos cambios vienen determinados por el desarrollo de la percepción de los sonidos y el aumento de la destreza en los movimientos de los órganos implicados en el desarrollo del habla.
En algunos casos los errores de articulación se 
mantienen más allá del periodo en que se producen con mayor frecuencia. Es en este momento cuando podemos encontrarnos ante posibles trastornos de los sonidos del habla. Dentro de ellos podemos diferenciar varios grados de dificultad:
En algunas ocasiones la afectación se puede dar en la articulación de uno o varios sonidos que pueden compartir rasgos característicos. Estos errores de articulación se han denominado también como dislalias. Ejemplos de dislalias frecuentes son aquellas relacionadas con los sonidos cuya adquisición resulta más compleja, como la “r” o la “s”. También podemos hablar de grupos de sonidos como la “s”, “f” y “z”.
Cuando el habla de un niño está afectada por múltiples dislalias podemos hablar de la presencia de un retraso del habla. En él se manifiestan errores en la producción típicos de periodos evolutivos anteriores (omisión de algunos sonidos, sustituciones). Finalmente, si nos encontramos ante una reducción del repertorio de sonidos, errores de articulación de baja frecuencia y una evolución lenta podemos hablar de un trastorno del habla.
CAUSAS
Un elevado número de problemas de articulación no tienen una causa conocida. En algunos casos se trata de una dificultad en el desarrollo del habla: un niño puede tener problemas para saber cómo producir correctamente ciertos sonidos o para aprender las normas que rigen la organización de los mismos.
Por otra parte, algunos errores de articulación pueden venir determinados por:
o Trastornos del desarrollo.
o Malformaciones congénitas craneofaciales o anomalías anatómicas.
o Pérdida auditiva.
o Trastornos neurológicos que afectan al control de la musculatura implicada en el habla.
Un factor de riesgo para el desarrollo de dificultades en el habla es la presencia de infecciones de oído frecuentes en las primeras etapas del desarrollo.
¿DIFICULTADES EN LA ARTICULACIÓN DEL SONIDO O EN LA FONOLOGÍA?
Las dificultades en la producción de sonidos pueden deberse únicamente a déficits en el posicionamiento de los órganos que nos permiten articular o, en muchos casos, a la discriminación y organización de los sonidos. En muchos casos ambos factores se encuentran implicados en las dificultades de producción de sonidos.
¿CÓMO SE DIAGNOSTICA?
Para realizar un diagnóstico certero, el logopeda se encarga de realizar una evaluación de los factores que están implicados en la producción del habla, la estructura y función de la zona orofacial, determinar la existencia de dificultades y orientar a la realización de un posible tratamiento.
Redacción Cavín - Centro Médico Infantil y Juvenil.
Más información: Unidad de Logopedia
www.centrocavin.com
